martes, 22 de noviembre de 2011

"El Avance"

Un nadador que se halla en baja forma puede progresivamente rencontrarla. En otras palabras, no debe realizar largos y duros ejercicios, pero debe practicarlos de intensidad reducida tanto en duración como en esfuerzo. Aun cuando este proceder pueda parecer obvio, se puede comprobar la cantidad de programas o de nadadores que prescinden de él e intentan desde el principio aplicar estrepitosamente el lema del entrenamiento duro.
El sistema de Indiana se basa en la progresión uniforme a lo largo de la temporada de preparación hasta el período de afinamiento. Esta progresión puede presentarse en la forma de:
1. un incremento del volumen total de nado en cada sesión
2. un incremento de la intensidad de nado
3. un incremento del número total de sesiones por semana.
Demasiado a menudo el nadador intentará precipitar su preparación y no establecerá una base firme en la que se sustenta el programa de la temporada. Importa recordar  que en el programa de preparación conviene primero vigorizar la resistencia y, más avanzada la temporada, imponer la velocidad. El dar entrada a los ejercicios de velocidad al inicio de la temporada puede producir tempranas disminuciones de tiempo en la distancia para la que el nadador se está preparando, pero ello incrementará las posibilidades de llegar pronto a la cumbre  de la temporada, con un subsiguiente decaimiento o desnivelación del progreso.

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